Nací en Madrid, España, en el solsticio de verano de 1993, en una casa conectada al mundo del Arte, el Cine, la Fotografía, la Moda y la Educación, áreas en las que mis padres estaban involucrados. Fui su única hija y desde una edad muy temprana empecé a tocar el violín, a tomar clases de ballet, a participar en un taller de literatura…; aunque, en mi adolescencia, acabé optando por el arte dramático.

Viajar también fue parte de mi infancia ya que cada año íbamos a Los Angeles por un tiempo.  Así conocí otros países como México, Francia o el Reino Unido. Pienso que esto me dio una perspectiva más amplia del mundo y me enseñó que nuestra sociedad es multicultural, multilingüe y multirracial. Además, me eduqué en dos colegios británicos internacionales, Numont School y Hastings School, que ampliaron más esta perspectiva.

Cuando cumplí 14 años me empecé a interesar por el servicio y proyectos de voluntariado. Mi corta edad fue un contratiempo pero no me rendí. Empecé dando cariño y compañía a una anciana y más tarde me uní a un proyecto de ayuda social en Madrid: se trataba de un proyecto educativo para niños de familias necesitadas, en su mayoría inmigrantes, con problemas de integración social. Al animarles a mirar al mundo con la curiosidad que poseemos en nuestra infancia, a aprender y a jugar como niños y al compartir mi esperanza y motivación con ellos, me di cuenta de que podía cambiar algo para bien. Y me dije a mi misma que quería hacerlo.

En 2009, solicité una beca a Colegios del Mundo Unido con el entusiasmo de saber que si me la daban tendría la posibilidad de conocer a jóvenes con el deseo de involucrarse de forma activa en mejorar nuestra sociedad y en crear un mundo más solidario y justo. Mi alegría fue inmensa cuando me concedieron dos años en el United World College of the Adriatic, en Italia.  Quería convivir con gente de diferentes culturas y nacionalidades para conocer sus puntos de vista y experiencias para poder comprender la raíz de algunos conflictos del mundo en la actualidad y luego aprender a promover la paz de la forma más constructiva.

Ya en curso, el servicio social que escogí este año se llama “Involucración Constructiva en los Conflictos “ (Constructive Engagement in Conflict). Lo escogi porque quería aprender sobre las distintas formas que tiene la gente de reaccionar ante los problemas y sobre la mejor forma de solucionarlos dependiendo del tipo de conflicto. Me he dado cuenta del importantísimo papel que, en este campo, también juega la educación,  ya que tiene un impacto en la manera en el que nos comportamos ante una situación de conflicto.

También elegí hacer un curso de fotografía, un arte que sintoniza mucho conmigo ya que puedo jugar a observar el mundo desde diferentes perspectivas y a comprender los comportamientos de las personas, decubriéndolos detrás del objetivo.

Un aspecto que me ha impactado mucho de CMU es la diversidad de talento que encuentro en aquellos que me rodean. Esto hace que siempre quiera aprender algo de la persona que tengo al lado. En un ambiente en el que todo talento es celebrado, desde el más artístico hasta el más academico y hasta el más idealista, he encontrado una gran motivación para descubrir lo que tengo dentro de mí.

Por otro lado, la música se ha convertido en un valor aun más importante en mi vida desde que llegué al colegio. Solamente con abrir las ventanas de mi cuarto,  escuchaba de fondo la música de un piano, de un violín o de una batería. Una de las mejores experiencias que he vivido fue un viaje que hice a Viena este año para ir al concierto de La Orquesta Simón Bolívar de Venezuela, que también constituye una obra social por el rescate pedagógico de la infancia más vulnerable. El asistir a un concierto de música clásica tan increíble con gente que lo vive tanto es pura magia.

Pienso que al completar mi experiencia de dos años en United World College of the Adriatic, habré encontrado la mejor forma de llevar los valores que promueve CMU junto con mis propios valores personales a mi vida profesional. Después de recibir mi diploma de Bachillerato Internacional, me gustaría posponer mi entrada a la universidad durante un año ya que quiero involucrarme en programas educativos en países en vía de desarrollo como voluntaria, continuando con mi motivación de ayudar a aquellos que más lo necesitan.

En un futuro, querré seguir involucrada en el movimiento que promueve Colegios del Mundo Unido, que educa por el entendimiento intercultural y la valoración de la diversidad. Además, me gustaría trabajar en el campo de cooperación internacional y desarrollo social, luchando por conseguir la protección de los derechos humanos, la erradicación de la pobreza y el ciclo de desigualdad, ya que creo que si quiero ver un cambio, debo de ser partícipe en él.